lunes, 14 de septiembre de 2015

Un Héroe y demasiados villanos


El post de hoy va a ser un poco diferente, sabéis que no soy yo de meterme en camisas de once varas pero en esta ocasión no puedo evitarlo. Vengo a hablar de héroes y villanos. Héroes hay pocos, desconocidos en su mayoría, pero villanos, villanos hay muchísimos, algunos con nombres y apellidos, y anónimos también. Demasiados villanos para tan pocos héroes.
 
Tenemos un Héroe, con mayúsculas, uno solo. Su nombre es Aylán Kurdi, tiene tres años y está muerto, muerto también su hermano de cinco, Galip, y su madre Rehan. La foto de Aylán en la playa ha dado la vuelta al mundo, portada de periódicos y cabecera de informativos ¿era necesaria? Sí, es el Héroe, el Héroe de esta mierda de mundo que está plagado de villanos. Era necesario crear un Héroe, no le ha tocado al bebé de unas semanas que perdió la vida el sábado pasado en idénticas circunstancias, le ha tocado a Aylán ser nuestro Héroe. Mierda de mundo este que necesita un Héroe, que necesitaría también un Héroe de Sudán y de otros muchos países africanos que están en la misma situación. Si tuviéramos un Héroe de cada uno de los países en conflicto dejarían de ser Héroes, ya no removerían conciencias pero qué caro nos saldrían tener tantos Héroes! Y cuántos villanos!
 
Villanos los políticos que han tenido que esperar a tener un Héroe para empezar a hacer algo o para que parezca que están haciendo algo. Villanos los políticos que no saben resolver el problema de la inmigración y menos aún el de los refugiados. Villanos los políticos que no intervienen en esta guerra porque no tienen petróleo que ganar. Villanos los políticos que denegaban el 80% de las peticiones de asilo. Villano, villano y villano el diputado polaco Janusz Korwin-Mikke llamando a los refugiados “basura humana que no quiere trabajar”.
 
Villanos todos los periodistas que publicaron en portada la imagen de Aylán porque su propósito no era el de la necesidad de encumbrar al Héroe, si no el de explotar su dolor. Villanos algunos de los periodistas que acuden a recoger la información de forma morbosa que sólo buscan aumentar las audiencias. Villana, villana y villana la reportera húngara Petra Laszlo, pateando a un padre con su hijo en brazos.
 
Villanos los que sacan beneficio económico de semejante drama humano. Villanos los que les cobran un dineral por un pasaje en precarias condiciones. Villanos los que les explotarán después por un sueldo miserable. Villanos, villanos y villanos los que se enriquecen a costa de ellos, antes, durante y después.
 
Villanos los que comentamos el éxodo de refugiados con los amigos en el bar pretendiendo arreglar el mundo con un botellín en la mano. Villanos, villanos y villanos los que comentan que habría que ayudar primero a los españoles en crisis.
 
Villanos los que lloramos desde casa al ver las imágenes del telediario, que no sabemos cómo contestar las preguntas de nuestro hijo y  agradecemos no encontrarnos en semejante situación. Villanos los que lloramos y no nos levantamos del sofá. Villanos, villanos y villanos todos!
 
Villanos casi todos, casi, porque también tenemos héroes, héroes de verdad, anónimos y desinteresados. Yo conozco a una, está recogiendo ropa para enviarla a donde más la necesitan, se ha ofrecido como traductora, ofrecido su casa como acogida para los refugiados, una casa que es tan pequeña como grande su corazón. Y además lo hace sin publicarlo ni alardearlo, lo que tiene infinitamente más mérito.
 
Amiga, he hablado contigo, te admiro tanto como me avergüenzo de mí misma. Me he sentido igual de villana que todos los demás. Porque yo… yo también soy villana, villana de bar, villana de sofá y villana de post.
 
Mamá de Parrulín y de Xoubiña.
Sean buen@s y felices.
Otro día más.

3 comentarios:

  1. Hola.... te sigo desde hace mucho aunque creo que nunca he comentado... y quería decirte que me gusta mucho tu blog, aunque la entrada de hoy me ha parecido muy injusta.
    Es verdad que hay muchos villanos en este juego llamado vida, pero también es cierto que a veces no podemos escoger nuestras circunstancias. No tenemos la culpa de haber nacido en este lado, no podemos echarnos encima la responsabilidad de la injusticia. Si la fortuna nos ha hecho nacer en un país libre, (no ha sido así siempre), disfrutémoslo, seamos conscientes de nuestra suerte y enseñemos a nuestros hijos a ser felices y a sentirse afortunados. Y una vez llegados a este punto, arremanguémonos y pongámonos a trabajar. Busquemos iniciativas, abramos nuestras casas, nuestros brazos, nuestras carteras. Podemos hacer mucho. Vamos a hacer mucho.
    No soy villana por comentar botellín en mano. No soy villana por conmoverme desde mi salón. No soy villana por arropar a mis hijos cada noche con edredones. Eso no lo he elegido yo.... sería villana si mirase para otro lado, y eso es justo lo que no vamos a hacer. Ánimo, que tenemos mucho trabajo. Nuestros hijos se merecen un mundo más justo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Violeta, igual no me he explicado como quería, no son villanos por comentar, por conmoverse ni por arropar a los niños, sólo son villanos si no hacen nada, si miran hacia otro lado, como tú dices. Que la próxima conversación que oiga "intentando arreglar el mundo" preguntaré ¿y tú qué estás haciendo? igual que me he preguntado yo a mí misma.

      Eliminar